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Resolver la “fragilidad jurídica” y conseguir el “equilibrio financiero”, claves para el futuro de las mutualidades

Miércoles, 23.02.2011
PRESTACION SANITARIA DE LAS MUTUALIDADES DE FUNCIONARIOS Y ANALISIS DE LOS CONCIERTOS Todos los agentes implicados resaltan la utilidad de este sistema, aunque coinciden en señalar la necesidad de toma de decisiones que lo integren en el Sistema Nacional de Salud y se establezcan las medidas oportunas para dotarle de un equilibrio financiero que, de no ser así, pondría en riesgo su continuidad. Madrid, 23 de febrero 2011 (medicosypacientes.com)   La segunda mesa redonda de la jornada sobre “La prestación sanitaria de las Mutualidades de funcionarios y su repercusión en la Sanidad privada” se dedicó a la “Prestación sanitaria de las Mutualidades de funcionarios y análisis de los conciertos”. En el transcurso de la misma se puso de manifiesto el apoyo a este sistema por parte de todos los agentes, si bien se evidenció la “fragilidad jurídica” y, sobre todo, la necesidad de que se restablezca un “equilibrio financiero” ya que sin él no puede subsistir el sistema por mucha voluntad política que haya. Como participantes de esta mesa redonda intervinieron representantes de mutualidades, compañías aseguradoras y profesionales. Por parte de las mutualidades, Begoña Rodríguez Ortiz de Salazar, subdirectora adjunta de Prestaciones Sanitarias de Muface, y Antonio Ramos Melego, subdirector general de Prestaciones de Isfas. En representación de las compañías de seguros, intervinieron Teótimo Sáez, secretario general de Adeslas y Angel Benito, director de Mapfre-Caja Salud. Y por parte de los profesionales, se contó con la intervención de Luis Mayero, vicepresidente del Idis y Manuel Carmona, representante nacional de Medicina privada por cuenta propia de la Organización Médica Colegial. La sesión estuvo moderada por José Nieto Cortijo, representante nacional de Medicina por cuenta ajena, de la Organización Médica Colegial quien destacó este sistema que es “más económico y sin riesgos financieros”. La mejor herramienta para reducir la demanda sanitaria En general, la sanidad privada es”la mejor herramienta para reducir la demanda sanitaria”, tal como apuntó Teótimo Sáez, quien lamentó, no obstante que no haya beneficios fiscales para ella, salvo en los casos de contrataciones colectivas o de autónomos. Para remarcar esta importancia comentó que “si mañana desaparece el sistema de mutualidades se nos cae la sanidad al menos en 30 provincias” y la mentó la “fragilidad jurídica” en que se encuentra dicho sistema. Así explicó que “la Ley General de sanidad (de 1986) preveía la integración en el Sistema Nacional de Salud (SNS) en un plazo de 18 meses y nadie se ha atrevido a dar ese paso”; por consiguiente remarcó que las mutualidades “jurídicamente no son SNS” y reivindicó, por consiguiente, esta necesidad. Después de 35 años, este modelo de gestión “ha demostrado ser un modelo sólido, consolidado y de actualidad” tal como expuso Begoña Rodríguez, quien presentó algunas de las novedades introducidas en el último concierto. Señaló, por ejemplo, que “para equilibrar las desigualdades se ha dividido la prima en 7 grupos de edad, más acorde con las previsiones de riesgo” y, a pesar de la época de crisis que vivimos, “se ha aumentado en un 5% la prima”. “La calidad de la información –continuó explicando- es uno de los elementos clave para hacer frente a la demanda”. En este sentido han venido trabajando y esto ha permitido conocer cómo la población de Muface es más joven que la del resto del SNS. Otras diferencias se encuentran en la frecuentación de la Atención Primaria (4,8 en Muface y 6,1 en el resto del SNS) y en pediatría (3,8 frente a 5,7). Por el contrario, la realización de consultas externas es más elevada (4.786 por cada mil mutualistas en Muface frente a 1.746 en el resto del SNS), así como la frecuentación de urgencias (315,9 frente a 482,6). Adaptar las primas a la realidad Uno de los problemas planteados por las compañías aseguradoras es que se les exige tener una distribución de los recursos acorde con la población general y no con la población de mutualistas, lo que provoca desigualdades. “El objetivo irrenunciable –señaló Antonio Ramos- es ofrecer un acceso equitativo y por igual en todo el territorio, a los asegurados”, pero también comentó que “hay que repartir de otra manera” sobre todo teniendo en cuenta que “si sabemos que hay grupos de dad que consumen tres veces más que otros, hay que ir adaptando poco a poco las primas a esa realidad”. La salida de Mapfre de este concierto fue explicada por Ángel de Benito, que presentó con datos cómo “la financiación del modelo es insuficiente”. Con un coste por siniestralidad que llegó al 100% en el año 2009, expuso cómo en hospitales el aumento de las primas fue del 13,2% mientras que el coste por asegurado creció en ese periodo un 38%. Por lo que se refiere a la medicina extrahospitalaria, el baremo se incrementó un 8,3% y sin embargo el coste por asegurado aumentó un 16%. Por todo ello concluyo que “aplicar sólo el IPC no es suficiente”. Por su parte, Luis Mayero comentó que “la continuidad del sistema MUFACE a nivel político está asegurada. Pero una cosa es la continuidad política y otra la continuidad financiera” y en torno a esta última es donde existen las mayores dudas. Recordó que el la sanidad privada trabajan 200.000 profesionales, de los cuales el 30% son médicos y que, del coste total de la sanidad (8,6% del PIB) seis puntos corresponden al sistema público y dos al privado. “LO que hace falta es tomar decisiones” señaló, concluyendo que “el modelo de mutualidades no está en riesgo de desaparición, sino de ir perdiendo poco a poco calidad” a lo que contribuye la alta siniestralidad y la no actualización de primas. Todo sube excepto los baremos Manuel Carmona dejó bien claro desde el principio, cómo desde la visión del médico privado “apostamos por la consolidación del modelo” pero se quejó de que “los médicos somos el eslabón más débil de la cadena” y puso ejemplos reales que demuestran cómo “todo sube excepto los baremos” que, en muchos casos llevan 10 años sin subidas lo que hace que a veces no puedan siquiera cubrirse los costes. Quiso ofrecer no obstante una visión de futuro y para ello reclamó “financiación adecuada, conciertos a largo plazo (que permitan hacer inversiones), honorarios acordes con el coste real de la asistencia... y para estabilizarlo hay que hacer leyes que lo consideren como parte del SNS y quede fuera de vaivenes políticos”. Para concluir añadió que “es necesario encontrar ese equilibrio entre todos los agentes y que esto se refleje en el nuevo concierto”.

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