Mindray presenta 'Alarmguard', su solución de gestión de alarmas para reducir el estrés de pacientes y profesionales en urgencias
Madrid, 12 de diciembre de 2022.- La incertidumbre, el dolor o el desconocimiento acompañan habitualmente a un paciente atendido en un servicio de urgencias. Si a ello se suman otros estímulos externos como la afluencia de gente y, sobre todo, el sonido generado por los equipamientos de monitorización, se produce una situación de mayor estrés para el paciente que ya se encuentra en una situación de vulnerabilidad. Reducir ese estrés del paciente, mejorando así la calidad de la asistencia, es el objetivo principal con el que nace AlarmGuard, la solución de Mindray que ha sido presentada en el comité de lnnovación de la Fundación IDIS, de la mano de Sergio Neira, director de marketing del área de Monitorización del Paciente y Soporte Vital de Mindray, y del Dr. Agustín Fernández Villar, jefe de Urgencias del Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa, en cuyo servicio se ha instaurado ya este sistema de control de alarmas.
Esta solución móvil traslada todo el ruido generado por las alarmas de la monitorización, con el consecuente estrés que ocasiona en nuestros pacientes y la fatiga a nuestros clínicos, desde el box a una aplicación móvil a través de la cual llegan las alarmas únicamente al personal sanitario que en cada momento debe atenderlas. Paralelamente ofrece al responsable del servicio una imagen global de toda la situación en tiempo real de los pacientes que están a su cargo en cada momento.
El análisis estadístico de alarmas llevado a cabo en dicho servicio muestra que, del total de las generadas, el 48% son técnicas (siendo las principales las relacionadas con la descolocación de sensores) y el 52%, fisiológicas (encabezadas por frecuencia cardíaca elevada y saturación de oxígeno baja). Esta discriminación entre alarmas que permite la aplicación constituye el primer dato para el escalado de los avisos al personal sanitario, estableciendo filtros en función de la gravedad y contando con un mecanismo de seguridad para evitar posibles contratiempos técnicos en el proceso de avisos -como falta de cobertura en un momento concreto-, de tal forma que el paciente siempre sea atendido.
Su utilización en los servicios de urgencias es únicamente un ejemplo de uso, cuyos resultados en el caso expuesto han sido muy satisfactorios para pacientes y también para los profesionales, porque se evita entre el 50 y el 60% del ruido para el paciente, logrando que las alarmas de los equipos lleguen únicamente al personal sanitario. Y es que, tal como se explicó en la sesión, este mismo problema de estrés generado por las alarmas ocurre en unidades de cuidados intensivos, de reanimación o cualquier otro servicio con monitorización de los pacientes, lo que los hace candidatos a su uso.