Madrid, 21 de noviembre de 2018.-La trasposición al ordenamiento español de las directivas europeas de contratos públicos subyace en la nueva Ley 9/2017, de 8 de noviembre de contratos del sector público. En sus criterios de licitación pone su atención no tanto en el precio como en la calidad, la innovación y los aspectos de responsabilidad social implantados en las organizaciones y empresas aportando además en sus contenidos y articulado mayor transparencia, control, simplificación, coordinación, uso de herramientas electrónicas que faciliten los trámites y mayor participación de las PyMES. Fernando Mugarza, director de Desarrollo Corporativo y Comunicación del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), considera que “la nueva ley debe procurar escenarios estables y previsibles que aporten la necesaria seguridad jurídica a organizaciones y empresas a la vez que fomentar y reconocer la mejora continua de la calidad, la innovación, la responsabilidad social y la transparencia, entre otros aspectos. Sin duda, la sanidad de titularidad privada está más que preparada para afrontar todos estos cambios debido a que en su propia idiosincrasia y razón de ser aporta procesos y procedimientos de mejora constante en estos elementos de desarrollo que son clave e imprescindibles”. Este ha sido uno de los temas centrales de la mesa “Experiencias en torno a la actualidad de la gestión eficiente y transparente del sector y sus beneficios”, celebrada en el marco del I Foro de la Transparencia de la Contratación Pública Sanitaria en el Hospital General de La Paz de Madrid.

La calidad de los servicios ofertados es uno de los atributos más demandados cuando hablamos del cuidado de la salud y el sector privado apuesta por este estándar en su sentido más amplio. Durante la sesión se ha hecho hincapié en que este sector cuenta con acreditaciones y certificados de calidad, tales como las normas ISO, el modelo de excelencia europeo EFQM (European Foundation for Quality Management), la Joint Commission for Hospital Accreditation o la certificación OHSAS 18001 de gestión de salud y seguridad en el trabajo, para mejorar la calidad de sus centros sanitarios entre otras. “La Acreditación QH (Quality Healthcare) de la Fundación IDIS es un buen ejemplo para reconocer la excelencia en calidad asistencial de las organizaciones sanitarias públicas y privadas. Además algunos informes llevados a cabo desde la Fundación IDIS como el estudio RESA -Resultados en Salud- o el informe de Experiencia del Paciente en la sanidad privada son muestra de lo que el sector puede aportar para seguir mejorando con el objetivo de conseguir la satisfacción del paciente”, explica el director de Desarrollo Corporativo y Comunicación de la Fundación IDIS. Asimismo, este sector aboga por impulsar e implantar criterios de responsabilidad social en toda su extensión; en esta línea, son muchos los hospitales y grupos de titularidad privada que cuentan con las certificaciones SGE-21 e ISO 26.000.

En relación a la innovación, “nos encontramos en un área de especial sensibilidad para el sector privado, por la que ha hecho una importantísima apuesta”, ha asegurado. Muestra de ello es que el sector participa en cerca del 50% de los ensayos clínicos de nuestro país y utiliza las innovaciones más vanguardistas en los hospitales de la red asistencial privada como realidad diferencial, motor de excelencia y competitividad y respuesta a las necesidades planteadas por los diferentes “stakeholders” o grupos de interés.

“El sector sanitario de titularidad privada -ha concluido Fernando Mugarza- ofrece ventajas en cuanto a su modelo de gestión que se pueden cuantificar, entre otros, en la construcción de sistemas de buen gobierno, en los que prima la responsabilidad, la transparencia y la rendición de cuentas a los diferentes grupos de interés; en una mayor eficiencia en general, motivada por una gestión integral de todos los recursos;  o en mayores inversiones en tecnología para mejorar resultados y ganar competitividad”. La flexibilidad del sector para adaptarse a los cambios, junto con la apuesta decidida por la calidad, la orientación a resultados de salud y la consideración de la experiencia del paciente como eje estratégico junto al reconocimiento de sus profesionales hacen de la sanidad privada un modelo de mejora continua que redunda en un entorno asistencial cada vez más cercano al paciente, más eficiente en la gestión y más exitoso en cuanto a resultados de todo tipo.