Presentación del informe “Sanidad privada, aportando valor: Análisis de situación 2019”
- El gasto sanitario en provisión privada asciende al 3,3% del PIB (más de 36.300 millones de euros). Además, el ahorro generado por el seguro privado se situaría entre 1.224 euros y 546 euros al año (en función de si el ciudadano realiza un uso mixto o exclusivo de la sanidad pública y privada).
- Este sector dispone del 58% del total de los hospitales y 32% de las camas de nuestro país y lleva a cabo el 30,9% de las intervenciones quirúrgicas, el 23,7% de las altas y el 24,1% de las urgencias de todo el territorio nacional, con claros crecimientos sobre el año previo.
- A nivel de actividad y en términos de diagnóstico, el sector privado lleva a cabo el 39% del total de resonancias magnéticas, 17% de los TAC y el 21% de los PET. La investigación es otro de sus puntos fuertes, participando los centros privados en 1.424 ensayos clínicos, buena parte de ellos en fases tempranas.
- La accesibilidad a la asistencia sanitaria que ofrece la sanidad privada no se limita exclusivamente a la población residente en España, sino que alcanza también a pacientes provenientes de otros países -“turismo de salud”-. De hecho, se estima que en el 2020 la facturación de los pacientes extranjeros alcanzará los 1.000 millones de euros.
- Acceso a los datos por CC.AA.
Madrid, 26 de marzo de 2019.-Vivimos en un presente que cuenta con una gran presión asistencial y tiene dificultades de financiación. Esta circunstancia implica la necesidad de buscar un modelo y apostar por estrategias y actuaciones que optimicen los recursos (eficiencia), salvaguardando la efectividad, y puedan dar respuesta a los servicios y necesidades que demandan los ciudadanos implantando y dando acceso a la innovación más vanguardista afianzada en resultados. Para que un sistema sanitario sea sostenible, debe ser eficaz, eficiente y efectivo y poner a disposición de los ciudadanos todos los recursos necesarios para conseguir un modelo más participativo, personalizado, predictivo, poblacional, preventivo y preciso donde la calidad y seguridad sean máximas, la variabilidad, mínima y los resultados de salud, acordes con los estándares internacionales más exigentes. En este cambio, el emprendimiento privado en sanidad tiene mucho que aportar para lograr la sostenibilidad del sistema nacional de salud y la consecución de objetivos fundamentales como son la equidad, la accesibilidad, la cohesión y la calidad en la atención sanitaria. Luis Mayero, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), asegura que “solo apostando por la innovación asentada en resultados, la excelencia asistencial, la calidad y seguridad y la consecución de los mejores resultados de salud posible en base al conocimiento científico existente es como se puede alcanzar el objetivo clave de ser un “partner” preferido y elegido por gran parte de la población en materia del cuidado de su salud y bienestar”. Así lo muestra también el Informe “Sanidad privada, aportando valor: Análisis de Situación 2019”desarrollado por IDIS, cuyos resultados se han presentado hoy en Madrid.
Las conclusiones de este nuevo informe anual presentan una realidad que debe ser tenida muy en cuenta por diversos factores que son primordiales, entre ellos por el impacto que tiene la sanidad privada en el entorno productivo español, por su aportación en términos de liberación de recursos a la sanidad pública, por su accesibilidad, por su capacidad de cooperación a través de los diferentes modelos en vigor y otros novedosos en ciernes, por su implicación en la investigación y desarrollo de alta tecnología, por su apuesta por la formación continuada, por la calidad y por la generación de empleo. Sin duda, “todas estas particularidades refrendadas por los datos que aparecen en este informe suponen la realidad de un sector pujante e innovador que es referente dentro y fuera de España, que persigue la excelencia en todas sus operaciones e intervenciones asistenciales y no asistenciales, que tiene al paciente y al profesional como eje fundamental de sus actuaciones contando, como es lógico, con la tecnología más competitiva y actual posible. Se trata de un modelo que se adapta constantemente a las circunstancias debido a su flexibilidad y a su capacidad de anticiparse al futuro, un futuro caracterizado por el envejecimiento progresivo de la población, la cronicidad asociada, la innovación incesante y la cantidad y velocidad de la información disponible al instante”, explica el secretario general de la Fundación IDIS, Adolfo Fernández-Valmayor.
El análisis global de la aportación de los datos del Informe muestra que el sector sanitario de titularidad privada representa el 28,8% del gasto sanitario total, lo que supone un elevado peso en el sector productivo español. De hecho, si sumamos el gasto de conciertos con el gasto sanitario privado se alcanzan los 36.308 millones de euros, lo que representa el 3,3 % del PIB. Asimismo, los 8,5 millones de asegurados (sin incluir los más de 1,8 millones de usuarios del sistema privado en el modelo de mutualismo administrativo) contribuyen a la descarga y el ahorro del sistema público. Las estimaciones indican que el ahorro generado por el seguro privado se situaría entre 1.224 euros al año (si el paciente usa exclusivamente el sistema privado) y 546 euros (si el ciudadano realiza un uso mixto de la sanidad, consumiendo recursos públicos y privados, actuación de pleno derecho al financiar ambos sistemas). El director general de IDIS, Manuel Vilches, indica que “si se tiene en cuenta el número de asegurados existentes en nuestro país, el ahorro total generado al Sistema Nacional de Salud se sitúa en un rango que va desde los 4.643 millones de euros a los 10.409 millones de euros, en función de un uso mixto o exclusivo de la sanidad pública y privada. Todo ello, sin tener en cuenta la importancia de la actividad generada por el sector sanitario privado en términos de cirugías, hospitalizaciones, altas, urgencias, consultas, pruebas diagnósticas, etc., que descargan de forma muy notable al sistema sanitario de titularidad pública y, sin cuya concurrencia, la sanidad pública podría entrar en serias dificultades de sostenibilidad y solvencia”.
Por otro lado, el sector asegurador continúa registrando incrementos significativos, tanto en número de asegurados como en volumen de primas. En 2018 se han superado los 10,3 millones de usuarios de la sanidad privada, entre asegurados y mutualistas, lo que supone un incremento del 4,3% respecto al año anterior. A nivel de volumen de primas, se estima que en 2018 han alcanzado un importe de 8.218 millones de euros, lo que implica un incremento del 5,8% respecto a 2017. Por tipología, el 72% de ellas corresponde a asistencia sanitaria, el 19%, a mutualismo administrativo y el 9%, a reembolso de gastos.
Actividad del sector privado y accesibilidad
Este estudio muestra también cómo la actividad asumida por la sanidad privada en relación a la actividad sanitaria global es, año tras año, creciente y cada vez más relevante. En concreto, en el año 2016, los hospitales privados llevaron a cabo el 30,9% de las intervenciones quirúrgicas, registraron el 23,7% de las altas y atendieron el 24,1% de las urgencias de todo el territorio nacional.
Este sector dispone, asimismo, de 460 centros (58% del total de los hospitales y 32% de las camas existentes en España) que contribuyen a la mejora de la accesibilidad de la población a la atención sanitaria. A nivel geográfico, Cataluña, Madrid y Andalucía son las comunidades autónomas que cuentan con un mayor número de hospitales y camas de titularidad privada. La distribución de hospitales y camas entre los principales agentes del sector indica que los grupos hospitalarios cuentan con el 48% de los hospitales y el 62% de las camas privadas ubicadas en nuestro país. Las compañías aseguradoras, por su parte, disponen del 3% de los hospitales y del 3% de las camas privadas, mientras que los hospitales y clínicas independientes representan el 49% de los hospitales y el 35% de las camas privadas.
Investigación, tecnología y calidad
La sanidad privada apuesta firmemente por la investigación. Según un adelanto de los datos del informe Best de Excelencia en Investigación Clínica de Medicamentos en España promovido por Farmaindustria, los centros privados participan en 1.424 ensayos clínicos, lo que supone el 43,2% de los contenidos en la muestra, con un crecimiento del 7% respecto al año anterior. Oncología, Cardiología, Respiratorio y Neurociencias son las principales áreas terapéuticas de los ensayos con participación de centros privados.
Por otra parte, la inversión en tecnología de última generación es un aspecto clave para el sector sanitario privado. A nivel de equipamiento, este sector dispone del 56% de las resonancias magnéticas, el 47% de los PET y el 36% de los TAC existentes en España. Por otro lado, a nivel de actividad y en términos de diagnóstico, en 2016 el sector privado llevó a cabo el 39% del total de resonancias magnéticas, 17% de los TAC, y el 21% de los PET. “Es importante tener en cuenta que estos datos del sector privado no tienen en cuenta aquellos centros con conciertos sustitutorios o los que están integrados en una red de utilización pública. Si se asumiera que estos hospitales forman parte del sector privado, este pasaría a realizar el 45% de las resonancias magnéticas, el 23% de los TAC y el 24% de los PET, claramente por debajo de su capacidad asistencial, algo difícilmente comprensible en un entorno de ingentes listas de espera, tanto diagnósticas en este caso como quirúrgicas”, asegura el director general de IDIS.
La implantación de políticas de garantía de calidad en los centros sanitarios es una de las tendencias más significativas en las últimas décadas y uno de los objetivos del sector privado. De ahí que sus centros cuenten con un importante número de certificaciones (como las diferentes normas ISO, OHSAS 18001, el modelo de excelencia europeo EFQM o la acreditación Joint Commission, SEP, SGE-21, entre otras) que son muestra de la preocupación por la mejora continua de la calidad asistencial. Además, desde 2015 la Fundación IDIS dispone de la Acreditación QH (Quality Healthcare), concebida como un sistema pionero e innovador que reconoce la Excelencia en Calidad Asistencial, en concreto y a día de hoy, de las 126 organizaciones sanitarias públicas y privadas que ya cuentan con ella.
El informe pone de manifiesto que este sector emplea a 266.728 profesionales en nuestro país (se estima que el 65% trabaja en el ámbito extrahospitalario y que el 35% lo hace en el ámbito hospitalario), con Madrid, Cataluña y Andalucía a la cabeza. Y asimismo, muestra cómo la formación de los profesionales gana terreno en la sanidad privada, que cuenta con 24 hospitales universitarios, ofreciendo 171 plazas de formación especializada.
¿Y qué aporta la colaboración?
El sector sanitario privado es un aliado indispensable del sistema público de salud, siendo la cooperación entre ambos sectores (a través de conciertos, mutualismo administrativo y concesiones -PPP o PFI-) un pilar fundamental para descargar de presión asistencial y financiera a la sanidad pública. A este respecto, es destacable que el 11,2% del gasto sanitario público se destinó a la partida de conciertos, lo que refleja la importancia y repercusión que tiene este concepto, teniendo en cuenta que los conciertos se producen fundamentalmente en diagnóstico por imagen e intervenciones quirúrgicas y determinadas prestaciones sanitarias como terapias respiratorias, diálisis, rehabilitación, logopedia y transporte sanitario.
Por otro lado, el mutualismo administrativo es un mecanismo de cobertura que favorece el equilibrio entre el sistema público y el privado, al tiempo que reduce la presión asistencial de la demanda de pacientes en el sistema público de salud. De hecho, alrededor de 1,8 millones de funcionarios de la administración central cubiertos por el régimen de mutualismo administrativo en España eligen el aseguramiento y cobertura asistencial privados. Manuel Vilches señala que “hoy en día son un 84% de los funcionarios los que se decantan por el aseguramiento y cobertura asistencial privados, un elevado porcentaje que se repite año tras año. Además, en términos económicos, es un modelo que aporta eficiencia en la prestación de un servicio público, ya que el gasto per cápita de la población cubierta es sustancialmente inferior al gasto sanitario público per cápita. En este sentido, se estima que la prima media de MUFACE se sitúa en 2018 en 883 euros anuales por asegurado, mientras que el gasto sanitario público per cápita de ese mismo año es de 1.224 euros (no incluye gasto farmacéutico ni el gasto destinado a mutualidades), lo que supone un ahorro de 341 euros por cada mutualista para la Administración”.
Las concesiones son otro tipo de colaboración. Actualmente nuestro país cuenta con un total de 8 hospitales operativos bajo este modelo de concesión. A nivel geográfico, las concesiones administrativas que incluyen la gestión de servicios sanitarios (PPP) se ubican en la Comunidad Valenciana y Madrid.
En definitiva, y tal y como señala el presidente de la Fundación IDIS, Luis Mayero, “si aunamos valores como calidad, seguridad, resultados, experiencia de paciente, innovación, profesionales altamente cualificados, gestión eficiente y centros modernos y adaptados a las necesidades asistenciales de nuestro tiempo podremos entender cómo el sector de la sanidad privada sigue creciendo y consolidándose en nuestro país y consigue las cifras y datos que actualmente ofrece este informe”.