La sanidad de titularidad privada ofrece a los pacientes un tiempo de respuesta adecuado a sus necesidades gracias a la gran accesibilidad de especialistas, pruebas complementarias e intervenciones quirúrgicas
- Las abultadas listas de espera de la sanidad pública vulneran específicamente el séptimo punto de la Carta Europea de Derechos de los Pacientes, que establece que el sistema sanitario tiene el deber de proporcionar a cada individuo el tratamiento que precise dentro del tiempo adecuado y atendiendo al grado de urgencia de su caso.
- El tiempo medio de citación con el especialista en la sanidad de titularidad privada se sitúa en torno a las dos semanas, frente a los 58 días de la sanidad pública.
- Mientras el sistema público apenas ofrece información sobre las listas de espera de las principales pruebas diagnósticas, el privado insiste en la transparencia: la espera media es de 10,01 días para una mamografía, 8,60 para una resonancia magnética (RM) y 6,04 para una tomografía axial computarizada (TAC).
- El tiempo medio de entrega de los informes de las pruebas complementarias es de dos días para RM y mamografía y de cuatro para TAC.
- La adaptación eficiente a una demanda en constante crecimiento, unida al importante desarrollo de la cirugía ambulatoria, que ya supera el 55% de las intervenciones, sitúa la espera media quirúrgica de los centros de titularidad privada en 28,20 días.
Madrid, 3 de mayo de 2018.- De acuerdo con el Informe Anual 2017 del Defensor del Pueblo, las listas de espera para acceder a consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas son una de las principales preocupaciones de los ciudadanos en el ámbito de la sanidad pública. Paralelamente, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denuncia la falta de información en torno a las demoras en los tiempos de atención, particularmente las relativas a las pruebas complementarias, y anima a los ciudadanos a reclamar cuando las consideren excesivas, ya que podrían poner en riesgo su salud.
En línea con estas consideraciones, la Fundación IDIS quiere añadir que las listas de espera vulneran específicamente uno de los 14 puntos establecidos por la Carta Europea de los Derechos de los Pacientes, en concreto el séptimo, que afirma: “Todo individuo tiene derecho a recibir el tratamiento necesario en un periodo de tiempo predeterminado y rápido”. Y es que los tiempos de espera son el talón de Aquiles del sistema sanitario público español en su conjunto, pese a las diferencias, en ocasiones muy acusadas, entre Comunidades Autónomas.
En evidente contraste con esta situación, y pese al constante aumento de la demanda asistencial que experimenta desde hace años, la sanidad de titularidad privada sigue profundizando en su compromiso con el paciente, la calidad asistencial, la eficiencia, la innovación en técnicas y procesos y la transparencia, tal y como demuestra la creciente representatividad del Informe RESA (Resultados en Salud), elaborado por la Fundación IDIS, que en su última edición incluye el análisis del 74% del total de las altas hospitalarias y del 68% de total de las urgencias del sector privado español.
La accesibilidad impacta en la eficiencia y la resolución asistencial
Los tiempos medios de acceso a la consulta del especialista y de citación para la realización de pruebas diagnósticas complementarias impactan con frecuencia en las listas de espera quirúrgicas y, teniendo en cuenta que la cirugía puede ser la única opción curativa para algunas patologías y procesos, el pronóstico de los pacientes puede verse comprometido si las demoras son significativas.
En lo referente a las consultas especializadas, el Informe RESA 2017 sitúa el tiempo medio de citación en 15,19 días, oscilando entre los 12,99 días de Traumatología y los 18,11 días de Dermatología. Mientras, el último informe de situación del Sistema de Información sobre Listas de Espera en el Sistema Nacional de Salud (Sisle-SNS), correspondiente al primer semestre de 2017, sitúa la demora media en 58 días, 64 días en el caso de Traumatología y 53 en Dermatología, por continuar con los ejemplos anteriormente citados.
No existen datos globales sobre la accesibilidad de las principales pruebas diagnósticas complementarias en el sistema sanitario público, aunque tanto el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad como las Comunidades Autónomas fijan en una demora de 30 días el máximo aceptable para una citación preferente y en 90 días el máximo para una citación ordinaria.
El Informe RESA 2017, por el contrario, sí analiza el tiempo medio de citación para las pruebas y, además, muestra que la asistencia sanitaria privada trabaja con otros estándares de calidad. Concretamente, incluye indicadores referentes a la mamografía, la tomografía axial computarizada (TAC) y la resonancia magnética (RM). En el caso de la mamografía, el tiempo medio es de 10,01 días, mientras que la espera media para un TAC es de 6,04 días y para una RM es de 8,60 días. El informe se refiere al conjunto de las pruebas realizadas por los centros asistenciales, incluyendo mamografías de cribado, así como TAC y RM de seguimiento o realizados con un objetivo distinto al primer diagnóstico, por lo que estos tiempos medios resultan todavía más destacables. Además, alrededor de la tercera parte del total de mamografías y RM realizadas y más de la mitad de las tomografías se realizan en el mismo día, una inmediatez que incluye los casos de urgencia y aquellos en los que existe la sospecha de que se pueda producir un diagnóstico grave.
Cabe destacar también que el tiempo de entrega de los informes de resultados de estas pruebas no llega a los cuatro días de media, oscilando entre los dos días de las mamografías y los poco más de cuatro de las resonancias magnéticas. De este modo, por poner un ejemplo concreto, el tiempo medio transcurrido desde el momento en que una mujer acude al especialista porque se ha detectado un bulto sospechoso en el pecho y el inicio del tratamiento para el cáncer de mama rondaría las dos semanas, ya que le harían una mamografía inmediatamente, recibiría los resultados en dos días y comenzaría a ser tratada en menos de 14, tal y como demuestran los indicadores de inicio del tratamiento oncológico incluidos en RESA 2017.
Esta excelente accesibilidad de especialistas y pruebas complementarias es uno de los factores que hacen posible que la demora quirúrgica de los centros de titularidad privada se sitúe en los 28,20 días de media, frente a los 104 días que recoge la última edición de Sisle-SNS. Esta inmediatez camina de la mano de la eficiencia y de la permanente innovación en los procesos y los circuitos asistenciales, ya que cada vez son más los centros de titularidad privada que cuentan con bloques quirúrgicos de alto rendimiento y máxima seguridad. También está muy relacionada con el ratio de cirugía ambulatoria, que ya alcanza el 55% del total de las intervenciones del sector privado y que los organismos sanitarios internacionales describen como una de las herramientas más útiles para lograr la reducción de las listas de espera quirúrgicas.
Ante estos resultados, la Fundación IDIS quiere subrayar, una vez más, la apuesta de la sanidad privada española por la transparencia, la calidad y la eficiencia. Asimismo, reitera su ofrecimiento de colaboración al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y a las consejerías de las Comunidades Autónomas, con el fin de contribuir a la resolución de las listas de espera de la sanidad pública española y de trabajar conjuntamente para que toda la población tenga acceso al mejor tratamiento disponible en el menor tiempo posible. En este sentido, recuerda que el séptimo punto de la Carta Europea de Derechos de los Pacientes afirma en su desarrollo que “cuando los servicios de salud sean incapaces de proporcionar servicios dentro de tiempos máximos predeterminados, se debe garantizar la posibilidad de buscar otros alternativos de calidad comparable”. Manuel Vilches, director general de IDIS, insiste en que “la cooperación público-privada se hace urgente y fundamental, ya que lo más importante es dar servicio al paciente sin demora y de la mejor forma. La sanidad de titularidad privada nunca debe ser vista como parte de los graves problemas que padecemos en el ámbito sanitario español desde hace años, sino precisamente como parte de la solución”.